Por fin llegó el ansiado día del Encuentro literario
con Cristina Oñoro. Fue el pasado jueves 3 de abril a las 18 h, en el aula 1
del centro, un espacio que empieza a tener aroma a Literatura ya que ahí mismo
tuvimos la suerte de escuchar el mes pasado a nuestro querido escritor y
compañero Luismi (que firma como Luis Maura en sus tres novelas), en diciembre recibimos al dramaturgo y experto en teatro Fernando Collada y el pasado
curso también tuvimos el privilegio de tener aquí a Mónica Ojeda con sus Chamanes
eléctricos en la fiesta del Sol.

Para quienes no conozcáis estos encuentros con autores que
financia el Ministerio de Cultura (en el CEPA nos estrenamos este curso), os
contaré que se trata de un programa de la Dirección General del Libro,
del Cómic y de la Lectura del Ministerio. Está destinado en
exclusividad a los centros de titularidad pública y tiene como objetivo
fomentar la lectura en los jóvenes (y en nuestro CEPA todo el alumnado tiene
espíritu joven como se puede apreciar cada día). Normalmente se concede a
institutos de Secundaria y cuando lo solicitamos no estábamos seguros de si nos
lo concederían. Con lo que fue una alegría cuando recibimos el correo de que sí
nos aprobaban el encuentro. Se trata de una manera de dignificar la labor de
los escritores y las escritoras y de paso dotarles de una gratificación
económica por una actividad de compromiso con la Educación.

Centrándonos en el encuentro en sí, fue un «regalazo de
tarde», como la propia autora, Cristina Oñoro, publicó en su Instagram unas
horas después de visitarnos. Y es que escucharla hablar de sus dos obras con la
pasión y sabiduría que desprende ha sido inolvidable. Empezamos preguntándole
por su obra anterior, Las que faltaban, publicada
en febrero de 2022 (¡con 6 ediciones ya!) y escrita en el año
de la pandemia. Una historia del mundo diferente, como reza el
subtítulo y que recibió el Premio de las Librerías el mismo año en que salió a
la venta. «Un relato emocionante, profundo y divertido de la historia de la
humanidad en clave femenina», como indica la contraportada. En la amena
conversación con ella descubrimos que su decisión de incluir trece mujeres
(aunque en un principio iban a ser 21) de diferentes tiempos y regiones nos
ayuda a completar el conocimiento (limitado) que teníamos de la Historia del
género humano. Nos hace no solo más sabi@s sino más just@s, dada la
invisibilidad que ha existido de la labor del 50% de la Humanidad. Recordemos a
estas féminas ya que es importante inmortalizarlas, incluso desde esta humilde
reseña (de paso os damos a conocer la estructura de la obra, un ensayo
narrativo delicioso):
1. Buscando a Denny (Siberia, 90.000 a.C.)
2. Agnódice (Atenas IV a.C.)
3. Cleopatra (Alejandría, 69 a.C.)
4. Juana de Arco (Domrémy-la-Pucelle 1412)
5. Malinche (Coatzacoalcos, 1500)
6. Sofonisba de Anguissola (Cremona, 1535)
7. Mary
Wollstonecraft (Spitalfields, 1759)
8. Jane Austen
(Steventon, 1775)
9. Marie Curie (Varsovia, 1867)
10. Victoria Kent (Málaga, 1892)
11. Simone Weill (París, 1909)
12. Rosa Parks (Alabama, 1913)
13. Malala Yousafzai (Mingora, 1997)
El vínculo de una de estas mujeres fundamentales (a las que
podríamos denominar nuestras féminas antecessor), Marie Curie, con la Residencia
de Señoritas (donde se alojó en abril de 1931, año que hizo
Historia) nos llevó a adentrarnos en los archivos y la memoria de un
jardín, el de la calle Fortuny en Madrid, donde convivieron tanto las
estudiantes norteamericanas del Instituto Internacional como las
residentes españolas (no solo madrileñas ya que venían de diversas ciudades).
La investigación de este intercambio y la existencia de un archivo que
milagrosamente no se perdió en la Guerra Civil fueron el punto de partida para
que Cristina Oñoro consiguiera una Beca, la Leonardo, financiada
por el BBVA, gracias a la cual ha podido viajar a conocer los testimonios
directos de estas mujeres (a través de sus cartas y diarios) así como de sus
descendientes (nietas y nietos en la mayoría de casos).
Muchas alumnas me confesaron después de la charla que fue
fascinante escuchar el viaje de Cristina de su propia voz. Y que si antes del
encuentro habían tenido alguna duda sobre si les interesaría el segundo de los
libros, tras haber escuchado las aventuras y emociones de sus viajes por
archivos (en Universidades de EEUU y ciudades de España) les apetecía mucho
leer En el jardín de las americanas. Como la autora no
pudo traer ejemplares de sus libros para vender en el propio encuentro, nos
invitó al día siguiente a visitar una librería de Madrid donde presentaría su
libro, la Cafebrería Ad Hoc de Argüelles. Vi alguna alumna apuntarse el
nombre. De paso, Cristina animó al alumnado a visitar esta y otras librerías,
referentes importantes de la cultura que siempre está bien apoyar.
En fin, una tarde maravillosa de memorias y de mucho amor
al saber, a la educación, a las abuelas...

Aprovecho este espacio para agradecer a la autora por su
entusiasmo y erudición. Por transmitir una pasión inmensa por el conocimiento.
Concretamente en esta segunda obra nos ha dado a conocer mujeres que han sido
fundamentales en la Educación de las españolas (Alice Gulick y María de Maeztu
pero tantas otras que descubriréis si os animáis a leerla). Si no fuera por
ella apenas las conoceríamos. Gracias también a Ana por estar pendiente de
detalles tan importantes como la compra de flores (que Cristina recibió con
tanta ilusión y que hacían juego con su «jardín de americanas»), el
recordatorio de preparar el aula... Gracias al Equipo Directivo por apoyar la
iniciativa y publicitarla en nuestras redes sociales y carteles. Y por supuesto
por estar allí. Hago extensivo mi agradecimiento a las profesoras que
asistieron fuera de su horario laboral, en su tiempo libre. Y, por último,
gracias a Daniel por preparar las sillas tan magníficamente.

PD. Para quien se anime a leer alguna de estas magníficas
obras, os recuerdo que Las que faltaban está disponible en Bibliotecas
municipales y ebiblio. Y el segundo libro, En el jardín de las americanas,
estará también disponible en breve, pero también podéis encontrarlo en todas
las librerías. No os arrepentiréis de acercaros a la Historia de esas mujeres
magníficas que faltaban y que ya ahora están presentes en nuestras vidas (en mi
caso para siempre).
Por María Rivilla